EL PODER DE NUESTRAS PALABRAS
Hoy quiero dirigir estas líneas a que nos hagamos más conscientes del poder que tienen nuestras palabras. Muchos son los casos en los que expresamos amor con un "te amo" o nombramos a alguien cariñosamente para que se sienta bien y, de esta manera, a través del lenguaje, nos acercamos más a los que amamos. Pero ¿qué pasa cuando el caso es contrario? ¿Qué pasa cuando las palabras limitan, hieren, etiquetan y causan grandes daños emocionales? Ojala solo usáramos nuestras palabras para el bien pero muchas veces no nos hacemos conscientes de la importancia de lo que decimos.
Analicemos esta pequeña fábula que ilustra muy bien el poder de nuestras palabras.
Un grupo de ranas viajaba por el bosque y de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Las ranas se reunieron alrededor del hoyo.
Cuando vieron cuan hondo era le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas. Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serian inútiles.
Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió, se desplomo y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas le gritó que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente salió del hoyo. Cuando salió, las otras ranas le preguntaron: “No escuchaste lo que te decíamos?”
La rana les explico que era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse para salir del hoyo.
Esta sencilla fábula nos demuestra como unas pocas palabras pueden cambiar el curso de la vida de alguien, convierten alguna creencias limitantes, una perspectiva más rica que permite más opciones (en este caso que una de las ranas luchase por su vida). También nos ilustra por desgracia que las palabras también pueden confundirnos y LIMITARNOS. Esa importante relación que existe entre CONFIANZA y ACCIÓN demostrada por la rana y que es válida a nivel general en nuestras vidas, tiene un efecto todavía más profundo cuando nos concentramos en las acciones del lenguaje.
Recordemos algo importante, "Las palabras no se las lleva el viento"nos quedan grabadas en la mente y el corazón y así van dirigiendo nuestra vida. Debemos ser conscientes de esto para usar las palabras a nuestro favor y el de los demás, ya que cada cosa que decimos tendrá un impacto en nuestras vidas… Si queremos una vida llena de abundancia, pero nuestro vocabulario es pobre y fatalista, difícilmente obtendremos la abundancia deseada, ¿y cómo podemos atraer abundancia haciendo declaraciones que inviten a lo contrario?
Si nosotros decimos "sí puedo", será cierto, pero si decimos "no puedo", también lo será, de manera que lo mejor es responsabilizarnos de nuestro lenguaje y hacer que este nos impulse a conseguir excelentes resultados en nuestra vida, por eso, a partir de hoy examinemos cómo es nuestro lenguaje, observemos cuando decimos "no puedo", "esto no cambiará" o cuando decimos "¡todas las personas son iguales!". Es a través de nuestras palabras que vamos creando la realidad y nuestro futuro, por eso es bueno concienciar del poder que tienen.
Nuestro mundo afectivo se nutre de las palabras, es a través de estas que manifestamos nuestras emociones y sentimientos para conectarnos con las personas que amamos. La dificultad de expresar lo que sentimos a través del lenguaje solo nos puede causar represión y dolor, así mismo, las palabras tienen un gran poder curativo que llena nuestra alma cuando escuchamos un: "Eres muy importante para mí"; "Te extraño"; "Cuenta conmigo"; "Estoy para apoyarte"
Quizás no podamos cambiar al mundo, pero con seguridad sí podemos cambiar nuestro mundo, de manera que a partir de hoy, cuidemos las palabras que decimos, empecemos a decirnos a nosotros mismos que somos capaces de hacer de nuestra vida la que soñamos, dirijamos palabras que alienten a los que amamos, evitemos la mentira y establezcamos compromiso con lo que decimos porque, de esta manera, podremos usar el poder de las palabras a nuestro favor.
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