Aprendiendo a liberar las emociones

A medida que nuestra vida va avanzando, vamos viviendo un sinnúmero de experiencias, tanto buenas como malas, que van dejando su huella en nuestro ser. Algunas de esas vivencias han dejado una huella mayor que otras, por lo cual, el terreno emocional involucrado en las mismas es mayor y más intenso que en aquellas experiencias que se han transformado en simples recuerdos intrascendentes. Esas emociones que, por diversos factores, muchas veces no han podido ser expresadas en su momento (en general ocurre con las emociones negativas), han quedado acumuladas en nuestro interior. Cuanto más antiguo sea el tiempo en que se engendraron esas emociones, mayores raíces habrán echado en nosotros. El hecho de que las defensas las mantengan "contenidas" o, como comúnmente se dice "tapadas", no significa que no existan. Aunque no lo reconozcamos, esa carga de energía acumulada, de alguna manera, se mal canaliza a través de los denominados "síntomas". Es así como comenz...