LA PSICOLOGIA DE LA DEPRESION.. CUANDO LA TRISTEZA NO DESAPARECE
Ocasionalmente, todos nos sentimos melancólicos o tristes, pero estos sentimientos, por lo general, desaparecen en unos días. Cuando una persona tiene depresión, esta interfiere con su rutina y vida diaria; por ejemplo, ir a trabajar o a la escuela, cuidar niños, y en las relaciones con la familia y los amigos. La depresión es dolorosa tanto para la persona que la padece como para quienes se preocupan por ella.
La depresión puede manifestarse de maneras muy diferentes en diferente gente o en la misma persona con el pasar del tiempo. Es una enfermedad común pero grave. Un tratamiento puede ayudar a mejorar aún a aquellos con los grados más graves de depresión.
La depresión es una enfermedad común pero grave, a veces no suele ponérsele la importancia debida ni tomarla en serio, porque no se piensa en las consecuencias que ésta nos puede traer.
Es bastante común que las personas confundamos a la depresión con la tristeza. Mientras la tristeza es un sentimiento normal, una emoción del ser humano, la depresión debe ser considerada como un síntoma o una enfermedad. Esta confusión es comprensible por las semejanzas de ambos estados. Pero veamos sus diferencias:
La tristeza no es un dolor físico, sino psíquico. Cuando estamos tristes podríamos decir que “nos duele el alma”. La muerte de un ser querido, una separación o el despido de un trabajo son circunstancias que a cualquier persona le causan tristeza. Ante una situación desafortunada cada individuo puede reaccionar diferente: convirtiendo la tristeza en otros sentimientos (rabia o ansiedad, por ejemplo) o simplemente tomando al estado de tristeza o angustia como “filosofía de vida”, una visión pesimista de la vida que convierte a cualquier nueva situación de dolor en algo mucho más tolerable para la persona.
Sin embargo, la depresión es generalmente desencadenada por una situación de tristeza o angustia, pero este estado de baja autoestima y desesperanza es mucho más prolongado. La persona deprimida ha bajado su rendimiento general, se encuentra agotada, le cuesta concentrarse, no reacciona a los estímulos que antes eran placenteros y se vuelven incapaces de tomar cualquier tipo de decisión.
En psicología la depresión es vista como el resfriado de las enfermedades mentales, porque suele afectar a mucha gente a lo largo del curso de una vida. Si uno no la tuvo al menos en algún grado menor, seguro conoce a alguien que sí estuvo depresivo.
Si bien algún pequeño sentimiento depresivo es normal en alguna parte de nuestra vida, una depresión mayor es una condición seria que debe ser tratada. Es realmente un problema mental, cuando la vida del afectado es tomada y afectada en su totalidad por la depresión. Lo peor de todo es que incluso se lleva las ganas de ir en busca de un tratamiento.
Generalmente los depresivos terminan acudiendo en busca de ayuda por algún familiar, y lo más común es que acudan al médico de la familia, que son pocas las veces que reconocen los signos de la depresión. Si lo hacen, enseguida recomiendan ayuda psicológica o psiquiátrica, pero si no lo hacen la diagnostican mal, y el paciente puede ir de un lado a otro para descubrir qué le sucede.
Para que no suceda esto, vale la pena hacer un simple examen, que consiste no más que en analizar los cinco síntomas de la depresión para darnos cuenta si hemos caído en ella:
1- Humor depresivo (sentimiento de tristeza)
2- Falta de interés (incluso en actividades que antes disfrutaba)
2- Falta de interés (incluso en actividades que antes disfrutaba)
3- Sentimientos de inutilidad, de falta de valor, negativismo.
4- Falta de concentración
5- Pensamientos de muerte.
Estos son los cinco síntomas que evidencian una depresión que debe ser tratada como una enfermedad mental por un especialista.
Está claro entonces que la depresión va mucho más allá de una situación común que nos ponga tristes. La tristeza que nos provocan situaciones inesperadas y desafortunadas es un sentimiento normal cuyo proceso puede concluirse con un reajuste de ideas. Los casos de depresión, en cambio, deben ser tratados por un profesional. No hay mal que no pueda curarse, cualquier enfermedad diagnosticada a tiempo puede salvarnos de pasar un buen tiempo de nuestra vida en una enfermedad que podríamos haber evitado.
Comentarios
Pero sabes algo que te podría servir es imaginar que tu hijo es un ángel, que se pudo haber ido pero ahora esta con ustedes, su energía esta contigo. Animo!